Muchas de las especies existentes en nuestro mundo, desaparecen sin dejar huella alguna y aún sin haber sido descubiertas en vida por la ciencia. Se ha perdido la gran diversidad biológica, así como genética; debido a procesos naturales en los que dichos animales no logran la adaptación completa a ellas; y, por lo tanto, las posibilidades de su supervivencia en el cambio disminuyen.
No sólo hemos perdido a nuestros animales, sino también, mucha de la vegetación ha dejado de darse por las mismas circunstancias ya mencionadas anteriormente. Se ha llegado a la conclusión, de acuerdo con los conservacionistas, que una especie, tristemente desaparece cada 15 minutos. ¡Imagínate el daño que esto causa en el ecosistema! Toda especie necesita a la otra para sobrevivir, esto significa que es una cadena natural en la que que mútuamente se ayudan a seguir viviendo. Sintiéndolo de manera más profunda, como si al cuerpo humano le quitaras la mano y quisieras que por sí sola realizara sus funciones y siguiera con vida. Obviamente que esto jamás sucederá, existe una enorme dependencia hacia los otros miembros del cuerpo, los cuales necesita para seguir funcionando; así también la naturaleza, todos tienen una función y son el apoyo de la otra especie. ¿Cómo queremos que nuestra naturaleza siga generando vida si se la robamos día con día? ... con los grandes pretextos del valor de las pieles de los animales, el comercio de la carne, contaminación o las mismas especies que en vez de ayudar dañan a otras; la contaminación del petróleo en los mares, entre otras cosas. No podemos cuidarlas y al mismo tiempo destruirlas.
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